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CONFLICTOS CON VIOLENCIA

Los conflictos con violencia, ¿son mediables?

Si nos vamos a consultar la legislación con respecto a este tema la respuesta sería, rotundamente no. Sin embargo, las características específicas de los centros singulares, nos llevan a actuar de una manera diferente. En esos centros son muchos los conflictos que desencadenan en una pelea y no mediar en ellos puede suponer que la violencia traspase los muros del centro, llegue a la calle y afecte a las relaciones entre las familias de las partes implicadas. Por eso decimos siempre que todo conflicto que se genere en el centro, debe solucionarse antes de que finalice la jornada.

Consideramos que la mediación es una de las herramientas más adecuadas para resolver cualquier tipo de conflicto pero, por el tipo de alumnado que encontramos en los centros singulares, quizás lo es mucho más. Este alumnado tiene dificultades para reflexionar sobre lo ocurrido de manera autónoma, expresar sus emociones, escuchar activamente o autocontrolarse frente a una situación que, según sus palabras, es irritante.

Conflictos con violencia (CC0)

Además, una diferenciación que nos parece importante resaltar es el porcentaje de peleas entre un centro singular y otro tipo de centros. Mientras que en los centros ordinarios cuando ocurre una pelea es algo puntual y como tal, necesita medidas disciplinarias excepcionales (como puede ser una expulsión), en los centros singulares la mayoría de conflictos desencadenan situaciones violentas (estirones de pelos, mordiscos, empujones, puñetazos, ...) y, además, estos no son puntuales, son frecuentes. Si en todos estos casos no se resolviera el conflicto y se adoptase la medida de expulsar al alumnado, el porcentaje de expulsiones sería inasumible.

Por otra parte, el tipo de vida de este alumnado no garantiza que la educación continúe sus casas realizando tareas a distancia, sino que están por el barrio desocupados y en muchos casos siendo partícipes de otro tipo de conflictos. La expulsión en centros singulares no cumple los mismos objetivos que en otro tipo de centros.

En conclusión, la decisión o no de mediar depende de la voluntariedad de las partes implicadas y no de la naturaleza del conflicto.