Si un conflicto no se gestiona crece y crece... Se hace grande y cada vez más grave, incluso puede afectar a todo el alumnado o haber varios grupos enfrentados entre sí. Es lo que conocemos como Efecto Bola de Nieve.
Donde hay personas surgen conflictos, empiezan por una incompatibilidad, porque dos personas se gritan sin escucharse, porque algo ha sucedido y no se ha aclarado, porque alguien está molesto por algo o hay un malentendido y muchas veces porque existe un conflicto desplazado o latente que no se ha solucionado. (poner en rótulos el nombre de los tipos de conflictos)
La tendencia natural de un conflicto es crecer en proporciones y alcance. Es necesario gestionarlo para que la bola no crezca, llegue a más personas o se convierta en una avalancha. Así evitaremos que derive hacia otras situaciones y conseguiremos el bienestar de las personas implicadas, que ante todo han de convivir en un espacio siempre seguro.